Si lo que te voy a contar sobre cómo definir tus objetivos de ahorro, es nuevo para ti, puede que te cambie la vida si lo aplicas en tu día a día.
Y lo más importante. Podrás utilizarlo, además de para tus objetivos de ahorro, para cualquier otro objetivo y meta que quieras alcanzar.
Pero déjame que te cuente el estudio llevado a cabo en la Universidad de Harvard entre los años 1.979 y 1.989 entre los estudiantes de un programa MBA.
A estos graduados le hicieron una simple pregunta “¿Se ha fijado por escrito unas metas claras para el futuro y ha hecho planes para alcanzarlas?”.
Se observó que sólo el 3% tenía metas y planes escritos. Un 13% tenía metas, pero no las había puesto por escrito y un 84% no tenía ningún objetivo específico, mas allá de pasarlo bien durante el verano.
Pasados diez años, los responsables del experimento, volvieron a entrevistar a los mismos estudiantes de 1.979. De media, el 13% que tenían sus metas escritas, ganaban el doble que el 84% que no tenían ningún objetivo planteado. Pero lo más fascinante fue que el 3% que tenían un plan por escrito para alcanzar sus metas, ganaban, de media 10 veces más que el 97% de estudiantes juntos.
Por tanto, si quieres que tus objetivos de ahorro se disparen, o alcanzar cualquier otra meta que te propongas, sólo tienes que seguir leyendo.
Índice de contenidos
¿Por qué no nos fijamos objetivos de ahorro?
Fundamentalmente porque vamos en piloto automático. Si me permites, de forma poco consciente.
¿Que no?. Aquí un ejemplo… ¿Conduces de forma habitual? Si es así, y sobre todo si haces el mismo trayecto a diario, como por ejemplo para ir a trabajar… seguro que muchas veces te das cuenta que pasaste por una calle, o que ya casi llegaste a tu destino…. sin saber cómo.
Vamos demasiado deprisa, no solemos saborear la comida, disfrutar de la sonrisa de un niño, notar la mirada de admiración de tu hija o la ternura y el cariño de tu madre.
Pero esta no es la única razón para no definir nuestros objetivos.
Pensamos que no es importante.
Como nadie te habló de esto ni en la escuela, ni en el instituto, ni en la facultad, pues piensas que no sirve de nada.
De hecho, lo de fijarte metas, en ocasiones, está demasiado ligado a los deseos que quieres cumplir cuando empieza un nuevo año. Y aquí la palabra clave, es deseos. Fíjate que no digo ni objetivos, ni metas. (sigue leyendo y lo entenderás)
¿Y qué ocurre con esto?… pues que como no se definen bien, ni se hace por escrito, la inmensa mayoría de las veces, no lo consigues y por lo tanto, piensas que fijarte metas no es importante.
Total, para que te ocurra como aquél fin de año que deseaste (mientras brindabas con tu familia) aprender ingles, apuntarte al gimnasio o bajar de peso… y nada… mejor no perder el tiempo.
Ya has visto el ejemplo del experimento que te he comentado. Tu sabrás si quieres estar dentro del 3% o del 97% restante.
No sabemos cómo hacerlo.
Otra de las razones por las que no tienes el hábito de fijarte objetivos, trazar un plan para conseguirlos y pasar a la acción e ir a por todas… es porque no sabes cómo hacerlo.
Si este es tu caso, no te preocupes, estás a punto de aprenderlo. Sólo tienes que seguir leyendo unos minutos más.
Miedo al fracaso y/o al rechazo (en mi pueblo sería… al “que dirán“).
En otras ocasiones, el problema está en ti mismo. En tus miedos.
Los dos miedos fundamentales que nos atenazan (y no sólo trabajar por objetivos), es el miedo al fracaso y el miedo al que dirán.
Si me das permiso, te daré un pequeño consejo para vencer el primero. Ponte objetivos pequeñitos, fácil de alcanzarlos. De esta forma tu autoestima y tu motivación harán el resto.
Para vencer el miedo al rechazo o al que diría, te aconsejo que busques un para qué lo suficientemente potente que haga que te resbale el qué dirán. Algunos ejemplos de para qué los tienes en este artículo.
Cómo definir tus objetivos de ahorro (o de lo que sea).
Si algo agradezco de veras a mi formación en Coaching, (además de haber conocido a personas -amigos ya- extraordinarias) es el haber aprendido a trabajar por objetivos. Y para ello, lo primero es aprender a definirlos correctamente.
La mejor forma de definir un objetivo, sea de ahorro o de cualquier otra cosa, es hacerlo siguiendo el método SMART.
Según este sistema, las características que debe tener todo objetivo para estar bien definido, y que te ayude a alcanzarlo, son:
- eSpecífico.
- Medible.
- Alcanzable.
- Relevante.
- Tiempo.
Para hacerlo más ameno y divertido, voy a ir definiendo estas características con un ejemplo.
Imagina que tienes una hija de 3 años y que uno de tus deseos es ahorrar para sus estudios. Antes de leer este post, hubieses pensado más o menos así. “Tengo que empezar a ahorrar para los estudios universitarios de mi niña”.
Como te contaba al principio, en realidad esto no es un objetivo, sino un deseo.
Vamos a ver cómo se queda el objetivo “smartizado”.
NOTA: Para simplificar los cálculos y que el ejemplo se entienda mejor, voy suponer que quiero tener la cantidad el primer año de estudios y que a partir de ahí no voy a ahorrar nada más.
S. Específico.
Al hacer específico tu objetivo, tienes que conseguir expresar con exactitud lo que quieres conseguir.
En el ejemplo, para hacerlo concreto, lo primero que tienes que hacer es cuantificarlo. Por tanto debes calcular la cantidad exacta que quieres ahorrar.
Entonces preguntas a algún amigo que tenga hijos universitarios y te dirá de media que necesitas unos 6.000 euros por año e hijo (sé que esto varía mucho en función de la facultad, de donde viva, etc…).
Si de media, los estudios universitarios son de cinco años. Tu objetivo empieza a trasformarse en “Voy a ahorrar 30.000 euros para los estudios universitarios de mi hija”
M. Medible.
Un objetivo es medible, cuando puedes establecer variables que determinen si vas consiguiendo tu objetivo en el tiempo, o dicho de otra forma, si puedes comprobar su evolución en cuanto a cumplimiento.
En este caso es muy sencillo. Si te quedan 15 años, una forma de medir si lo vas consiguiendo es saber que al año quieres ahorrar 2.000 euros. (30.000/15=2.000).
Otra forma, mucho más potente, sería llevarte esta cantidad al mes. Es decir, si ahorras al mes 166 euros, alcanzarás tu objetivo.
Por tanto, una vez introducida esta característica, tu objetivo quedaría mas o menos así “Voy a ahorrar 166 euros al mes para los estudios universitarios de mi hija”.
A. Alcanzable.
Uno de los mayores errores que se suelen cometer es poner objetivos demasiado ambiciosos pensando que con ello te vas a “presionar” más y, con eso, vas a seguirlo antes.
En este error caen muchas empresas privadas. Con esto lo único que consiguen es tener desmotivados a sus trabajadores.
Por tanto, y por sentido común, cualquier objetivo debe ser alcanzable. Si, por ejemplo, una persona que no hace deporte, se pone como objetivo correr una marathon en tres meses, lo más probable es que o no lo consiga, o se lesione en el intento.
Aquí serás tu el que deba valorar el esfuerzo, el tiempo y los recursos económicos con los que cuentas, es decir si lo vas a poder conseguir.
Esto no quiere decir que los objetivos que te pongas deban ser muy fácil de conseguir. Lo óptimo es que encuentres el equilibrio en la dificultad y que el conseguirlo se convierta en un reto. Pero lo más importante es que sea un reto alcanzable.
Te toca de nuevo valorar, tener en cuenta tus ingresos y tus gastos. Si ves que actualmente es muy complicado ahorrar esos 166 euros al mes, revisa si puedes ahorrar 66 euros. Puede que descubras que te quedan 10 meses para terminar un préstamo cuya cuota es de 250 euros al mes.
Ajusta esas cantidades y define tu hoja de ruta. Adáptala a tu realidad y modifica el objetivo para hacerlo alcanzable.
R. Relevante.
Hasta aquí todas las características son muy importantes y te ayudan a conseguir aquello que te propongas. Sea la clase de objetivo que sea.
Pero no puedes olvidar que la relevancia es algo que tu mismo decides.
Sólo tienes que hacerte una pregunta. ¿Es verdaderamente importante poder pagar los estudios Universitarios de mi hija?. ¿Está esto alineado con mis valores?.
Las respuestas las pones tú. De forma genérica, si son negativas, probablemente tu objetivo no tenga la fuerza suficiente para conseguirlo. Si es positiva, te llenará de motivación y encontrarás cómo alcanzarlo.
T. Tiempo.
Esto es que tiene que estar definido para conseguirlo en un tiempo determinado.
Si le sumas esta variable a tu objetivo, este quedaría mas o menos así “Voy a ahorrar 166 euros al mes durante 15 años para los estudios universitarios de mi hija”.
Hasta aquí las características SMART de un objetivo.
Hay otra característica que, si se la incluyes, te hará imparable a la hora de hacer todo lo que tengas que hacer para conseguirlo, y es que tu objetivo tiene que ser ecológico con tu entorno.
Y no me refiero a ecológico desde el punto de vista medioambiental, sino para con tu entorno (amigos, familia, trabajo, etc…).
Te pongo un ejemplo. Si me pongo como objetivo correr una marathón en 6 meses. Igual, para conseguirlo, tendría que entrenar 3 horas al día y que éstas coincidan con el baño y la cena de mis hijos. En mi caso, esto no sería ecológico, ya que entra en conflicto con mis prioridades.
Quizá lo que deba hacer es cambiar el tiempo en el que quiero conseguirlo. En lugar de seis meses, podría plantearlo en un año o en dos. De esta manera, los entrenamientos serían de una hora y podría no hacerlos coincidir con uno de los momentos del día mas importantes para mi.
Para terminar, quiero decirte que si todo esto no lo aplicas, no sirve absolutamente para nada. Bueno sí, tendrás algo más de conocimiento. Pero el conocimiento si no se lleva a la práctica sirve de poco.
Por tanto, y este es otro tema importantísimo. Trabaja tus objetivos de ahorro o cualquier otro tipo de objetivo. Dedícale el tiempo necesario y ponlos por escrito.
Te aseguro que cuando pones por escrito tus objetivos (como en el ejemplo de los estudiantes de Harvard), empiezas a ganar la partida.
Ahora, a practicar.
Pásate por lo comentarios y escribe cuál es tu objetivo número uno en cuanto al ahorro. Si veo que puedo mejorar la definición te ayudaré.
¿Te ha gustado el post? Únete a nuestra comunidad de Reinventores de dinero
Te enviaré más artículos como este y, además, podrás descargar gratis esta guía con los 5 errores que te impiden lograr tu Libertad Financiera y las 5 soluciones para lograrla en tiempo record.
Es necesario que aceptes la Política de Privacidad para poder continuar
Responsable: Marco Antonio Rodríguez Granados, siendo la Finalidad; envío de mis publicaciones así como correos comerciales. La Legitimación; es gracias a tu consentimiento. Destinatarios: tus datos se encuentran alojados en la plataforma de email marketing Active Campaign ubicada en EEUU y acogida al Privacy Shield. Podrás ejercer Tus Derechos de Acceso, Rectificación, Limitación o Suprimir tus datos en info@reinventatudinero.com. Para más información consulte nuestra Política de Privacidad.
Deja un comentario